Cuando me topé la
primera vez con estas fotos me dejaron como flotando en una nube de algodón. Soñaba
con cosas dulces y con muchos momentos compartidos bajo estas paredes. Sus
detalles son sin duda únicos que hacen de esta casa sueca un lugar encantador.
Solo con mirar el cabecero de la habitación principal te llena de
calidez, de querer arroparte bajo esas sábanas y que te envuelvan dulces
sueños.
Aunque más que un dormitorio parece una auténtica
suite por las dimensiones.
A mí siempre me han encantado las casas donde
la altura de los techos me permite el disfrutar de pinturas, papeles y lámparas
especiales, donde lucirlas con todo su protagonismo.
La habitación infantil me cautivó por la
sencillez y calidez de esos tonos neutros rotos por la simple nota de color de
una vieja silla.
¿Y que me dices del detalle de este ropero?
Pero lo que más llama la atención sin duda es
este ángel pintado en la pared del salón que data de 1800. Y como segundo
protagonista de esta espectacular estancia es el trineo antiguo convertido
ahora en un fabuloso sofá. ¿No es encantador?
Al igual que este otro comedor mas informal
con el que cuenta la vivienda.
¿Te Ha gustado?
Me alegro
XXOO
MUCHAS DE LAS FOTOGRAFÍAS UTILIZADAS EN ESTE
BLOG HAN SIDO ENCONTRADAS EN LA
WEB. DESCONOZCO SU AUTOR. SI CREES
QUE ALGUNA FOTO NO DEBE SER PUBLICADA O CONOCES SU PROCEDENCIA RUEGO ME LO
INDIQUES, PARA RETIRARLA O IDENTIFICAR AL AUTOR.
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